Mis recuerdos de esta isla siempre están ligados a mis visitas desde pequeño saliendo desde el puerto de Alicante en la “Kon Tiki” para hacer un día especial disfrutando de sus aguas cristalinas y maravillosa gastronomía local. Años después el principal recuerdo es meterme a bucear y salir “asustado” por la falta de miedo de sus habitantes submarinos. Una vez superado el miedo inicial el sumergirnos en aguas rodeado de cientos de peces de todos los tamaños es una de las experiencias más alucinantes de mi vida. Este paraíso está enclavado frente a Santa Pola y se puede llegar fácilmente partiendo desde la misma Santa Pola ó desde Alicante.
La reserva tiene forma rectangular y una superficie total de 1.754 ha, sus fondos oscilan entre los 0 y 40 m de profundidad y albergan praderas de Posidonia oceánica en óptimo estado de conservación lo que favorece la regeneración de los recursos pesqueros de la zona.
Identificada con la Planesia de los antiguos griegos que Estrabón describió como una isla peligrosa por la abundancia de escollos, en los alrededores de Tabarca se han hallado pecios romanos con ánforas. Tabarca también se convirtió, en el siglo XIX, depósito de prisioneros carlistas, en donde se habilitó la Torre de San José como mazmorra.
En temporada alta Tabarca se llena de visitantes que la invaden para bañarse en sus aguas transparentes. No en vano es reserva marina desde 1986. Aparte de tostarse al sol, aquí el viajero puede visitar una fortaleza abaluartada del siglo XVIII y, dentro de ella, varias viviendas alineadas a lo largo de una breve calle que la cruza.
Las historias y leyendas de la Isla de Tabarca son muchas. La más conocida es la leyenda del lobo marino y su cueva.
Breve Historia de La Isla de Tabarca
A nivel histórico, la isla que hoy conocemos tiene su origen en el siglo XVIII, y el nombre le viene de la isla Tabarqah, en el extremo noroeste de Túnez. En 1741, el rey de Túnez invadió aquella isla e hizo prisioneros a sus habitantes, de origen genovés, que poco después pasaron a ser esclavos del Sultán de Argel hasta que, en 1768 fueron liberados con el pago de un rescate que aportó el rey español Carlos III. El propio monarca, Carlos III determinó la construcción de un poblado fortificado en la isla situada frente a Alicante, que repobló con los ex cautivos para, entre otras cosas, frenar su uso por los piratas berberiscos que utilizaban el pequeño archipiélago como centro de operaciones de ataque a la costa levantina. Nació así una plaza militar que fue habitada por los genoveses liberados, que en recuerdo de su Tabarqah natal la bautizaron con el nombre de Nueva Tabarca.
Si lo que queremos en bucear siempre tendremos que tener en cuenta la normativa de la zona. Los fondos tienen muchísima vida submarina y merecerá la pena invertir nuestro tiempo en visitarlos.
Recomendaciones en el Paraíso de la Gastronomía
-Imprescindible comer un caldero típico de la zona, sin duda el mejor de la Costa Blanca
-Disfrutar de sus atardeceres.