Una visita al Jardín de Santos es siempre bienvenida a cualquier edad, pero para los más pequeños de la casa es algo aún más especial. Este jardín está enclavado en la época más romántica, los años en los que hubo una “moda” por la cual se popularizaron este tipo de rincones creados por mecenas de medio mundo.
La historia del Jardín de Santos
La persona que decidió construir este jardín clásico fue el terrateniente alicantino Joaquim Rico con la ayuda de su amigo el pintor Antonio Cabrera. Estos se inspiraron en los viajes de ambos, aunque sobre todo se basaron en los múltiples dibujos que Cabrera hacía de todo aquello que les impresionaba en sus múltiples viajes: Sevilla, Granada, Córdoba, Aranjuez, La Granja, “els Jardins de Julià i Parcent» además de algunas fotos y dibujos que eran muy populares en esos años.
Desde que se convirtió en área recreativa y centro natural las visitas se han multiplicado las visitas. Es todo un foco de atracción turística en Penáguila
Equipamiento de la zona de picin del Jardín
El Jardín de Santos cuenta con un parque infantil con columpios para los peques de la casa, además de aseos, mesas y unas barbacoas de uso público. Junto a este recinto está la casa propiamente dicha, con el jardín plantado y una antigua balsa de riego a modo de estanque, con fuentes, un laberinto estrechito, pero muy chulo de recorrer, una pajarera (vacía durante mi última visita) y un invernadero dedicado especialmente a las orquídeas.
El vivero de esta área recreativa
Las variedades principalmente valiosas que veremos son tejos, cedros del Líbano, pinos pinsapo y magnolios entre otras especies vegetales. También muchas flores, arbustos, árboles y plantas. Hay bastantes estatuas con unas venus de milo y surtidores de agua.
La casa está preparada a modo de centro de visitantes, con la historia del jardín y herramientas de la agricultura de la zona.
Además de nuestro querido jardín contamos con el llamado Paseo del Jardín de Santos, una ruta que baja hasta el cauce del rio que da nombre a la población y llega hasta la misma. Es una senda que, si bien no es complicada, cuenta con la dificultad de las subidas y bajadas.