Otoño en Alicante, una época perfecta para seguir disfrutando del mar, de nuestras playas y cala. Hoy nos vamos a la Cala de la Mina en Altea. Este paraíso natural es conocido por su belleza serena y aguas cristalinas. Un lugar ideal para disfrutar de aguas cristalinas, bucear y descansar tras una visita al faro del Albir por ejemplo. Alicante playa y sus calas son muy recomendables en cualquier momento del año.
Como llegar a la cala de la mina
Es una pequeña cala relativamente escondida entre acantilados y vegetación de pinos y matorral, lo que la hace un refugio natural perfecto. Si bien es una cala que vemos mientras vamos por la carretera de acceso al faro del Albir vemos y estar señalizada la entrada a la senda mucha gente no la conoce.
La ruta hasta ella es escarpado, no hay camino como tal, es una senda rocosa y de tierra que zigzaguea entre piedras, árboles y matorral típico de la zona. Tenemos que tener en cuenta que es un barranco de esta pequeña sierra que desemboca en nuestro querido mar Mediterráneo. La ruta hasta la cala está marcada con los signos de senderismo, por favor seamos respetuosos y no nos salgamos de la senda.
Tras unos quince minutos de ruta la vegetación se nos abre y llegamos a la cala. Repito que es corta la ruta a la cala de la mina, pero no es plana y hay partes estrechas y en rampa.
Que nos encontramos en esta playa
Piedra, literalmente piedra y cantos rodados que dominan la zona. Al carecer de arena es una playa llamémosla limpia, no nos vamos a llevar arena pegada 😉
Debemos de llevar escarpines o similar, es casi imprescindible ya que resbala mucho el roquero de la playa. Los dos laterales de la cala son paredes llenas de vegetación y paredes con una inclinación importante lo que la hace casi imposible bajar por otro lado que no sea por la senda.
A pocos metros tenemos la mina de ocre y en lo alto vemos el faro del Albir vigilándonos. Al frente Altea y el peñón de Ifach siempre majestuoso.
Que hacer en este paraíso
Bien, como su tamaño no es grande precisamente y de piedra no es un lugar donde jugar al voley playa precisamente, pero no por ello es un mal lugar para disfrutar de la zona.
Mis actividades favoritas en un lugar así son:
Snorquel o buceo a pulmón. Estamos en un parque natural, en una zona de acantilados y sin viviendas. Esto hace que la vida submarina sea abundante y no nos tengan miedo.
Fotografía. El lugar abre nuestra mente a una zona creativa de nuestro cerebro. Disfruta de una cámara reflex o de tu smartphone de última generación.
Tomar el Sol. Esto quizás no sea mi actividad favorita, pero salvo en verano, la tranquilidad está casi asegurada.
Comer. Si no os riais, pero es que tras subir al alto del gobernador, al faro del Albir o alguna de las sendas y rutas del lugar es lo que me pide el cuerpo. Un buen bocata con aceituna partida cornicabra de la zona en un lugar así es lo que me pide el cuerpo.
Sed respetuosos con la fauna y flora silvestre, aunque este pueda parecer un punto sencillo. Que vuestro paso por la naturaleza no se note, y si se nota sea para llevaros esa lata abandonada o esa bolsa perdida por alguien anteriormente.